SIN CONTROL

 

En verdad que he sido ingrato con este espacio que me ha dado tanto (me ha ahorrado mucho dinero en terápias, jajaja) y que tengo tan abandonado últimamente. En él he podido escribir de mis problemas, inconformidades, proyectos, etc… He podido recomendar música, libros y películas que me han gustado, he podido expresarme de una manera en la que nunca lo había hecho.

Hace unos días llegué a extremos a los que nunca pensé llegar, prácticamente perdí el control de lo que hacía y no reprimí para nada lo que sentía. Sin embargo, esa pérdida de control me permitió saldar cuentas pendientes con otras personas y conmigo mismo, me permitió liberarme de una carga que había llevado a cuestas desde pequeño. Ahora me siento bien, me siento diferente. Hace mucho que no sentía ni siquiera temor y el pasado fin de semana lo sentí. No ese temor que te hace sentirte que te orinas y que te pierdes, sino ese temor que te hace prepararte para la lucha, que te hace poner alerta todos tus sentidos. Creo que es buen síntoma el regreso de esos sentimientos, sentir que tienes miedo, que algo te duele y que puedes querer a alguien y que no todo en la vida te vale madre.

Creo que no fue tan mala la idea de crear este espacio, escribir de muchas cosas, hacerlo una especie de diario. En este sentido, les agradezco mucho a las personas que me han dado sus comentarios, ya sea escritos o en persona, muchas gracias por tomarse el tiempo de leerme y de opinar acerca de ello. Creo que en el futuro seguiré escribiendo, pero ya no creo ser tan ácido, tan mamón e hiriente. Sin embargo, seguiré dando mis sanas opiniones de las cosas que no me agradan…

Siempre es un placer escribirles…